miércoles, 19 de diciembre de 2012

POESIA DEL OLVIDO: LIBÉLULAS VOCÍFERAS

En el hilo púrpura de la melancolía se ha posado una libélula; arrastra siglos de tristeza en sus alas transparentes de cielos esmeraldas. La mirada gris de un náufrago del sistema se recrea con ella porque los córvidos cubiertos de letras del tesoro le observan desde un castillo enrocado. Y una suave brisa baja al valle de las experiencias y en él encuentro ensoñaciones de todos los tipos, discursos de todas clases, argumentos de toda índole, para justificar, ahondar, comprometer, demostrar que cada uno de esos eminentes vocíferos han encontrado la Verdad y la defiende a dentelladas. Como perros sangrientos, canes cerberos que aúllan su incólume verdad, seguros, aposentados en pedestales de confianza, experimentación y soberbias disfrazadas con trajes de elocuencia, esos hijos del valle anunciaban amaneceres sin luz, noches sin estrellas, vientos sin aire, lluvias sin aguas....
Con todo, el náufrago de mi persona se reconfortaba con sus discursos, porque aprendía a mirar en lo ajeno, lo mucho que le falta a lo propio, y reconociendo las razones de los vocíferos oradores se alegraba en el deleite del que no tiene asentados absolutos...del que no sienta cátedra con opiniones formadas...del que no encumbra pareceres ni los colma de broncíneos barnices para que resulten inamovibles. Sabios y doctos reclamaban desde lo alto de una torre sus puestos de invariables nortes de los mortales que vivían en la ignorancia y la necedad.
Pero entre necios, sabios, ignorantes, caciques, filósofos y voceadores discurren las aguas del Tajo....

No hay comentarios:

Publicar un comentario