jueves, 27 de septiembre de 2012

Poesía del olvido: Los lobos del Señor Oscuro. 25 S.





En el inicio del otoño, cuando los vetustos árboles de los paseos cansados de la Capital empiezan a vestirse de ocres y marrones, una masa gigante ha ocupado las calles.
Y los señores de la res pública estaban reunidos en un hemiciclo, levantando sus manos en votaciones hirientes… y los lobos que mandan aullaban una vez más ladrando afrentas contra los empobrecidos, los desheredados, los rejodidos de la patria…
Y el Señor Oscuro tuvo miedo de la masa gigante y mandó blindar el palacio de las decisiones “democráticas” con una enorme jauría de lobos y mastines, de hienas sedientas de sangre ciudadana… que aspiran a expresar libremente su lenguaje no verbal de palos y miedo.
Hombres y mujeres multiformes, multi-ideológicos, diversos, distintos, caleidoscópica masa de luchadores por la esperanza se acercaron hasta el palacio de las decisiones y sus voces eran cantos a la cordura, cantos a la esperanza, cantos al futuro, al color y a la vida… Pero sólo recibieron por respuesta la metralla de los dientes fríos de las porras, los golpes inundados de veneno, la rabia contenida de esos secuaces del poder, herramientas de sometimiento, puñales de sombrío filo…
Y los palmeros tertulianos no paraban de mirar y alabar la brutal represión del Señor Oscuro, y enseñaban a la masa aborregada por la ventana universal imágenes ficticias y adulteradas, y la Verdad de la historia había sido deportada a los confines de la subversión… pero el clamor era tan fuerte en la masa gigante que los voceros mediáticos no pudieron acallar ni controlar las ínclitas proclamas y cantos de la Vida…
Y el futuro se dibuja en asamblea llena de retazos heterogéneos, socavando los pilares de la injusta Pax del emperador Rajano  I el Cisorio. 

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